Para definir ello, se aplicará un diagnóstico de aprendizajes a inicios del año escolar 2021, el cual incluirá una prueba de entrada para todos los escolares.
Según el investigador principal de Grade, Santiago Cueto, esta última medida resulta acertada con miras a definir los programas de recuperación y trabajar con los estudiantes un enfoque de competencias. “Lo ideal sería que incluya todas las áreas y los grados. Ojalá haya una orientación especial, sobre todo, para los niños de primero y segundo grado, que son claves para la lectura y escritura”.
Para el experto, el mayor reto de esta “promoción guiada” será su implementación, la cual requiere de capacitación para los docentes a fin de que orienten a sus alumnos en este contexto, en medio de la diversidad de aprendizajes y los planes de recuperación. “Este año ha sido complejo, pero el próximo, incluso si vuelve la presencialidad, será similar”.
En esa línea, el Sutep considera urgente desarrollar capacitaciones, guías de orientación y, sobre todo, que el sector defina quiénes se encargarán de las labores de reforzamiento. “Si van a contratar a docentes, deberían asegurar sus derechos y remuneraciones”, dice Castro.
Por su parte, el sector informa que contratará a maestros para las horas de clase extra en el marco del reforzamiento
Todo lo que ocurra este año tendrá implicancia en el 2021. Como ya se informó, a finales del 2020, en el caso de los estudiantes de inicial a cuarto de secundaria, solo se deberá registrar las notas aprobatorias (AD, A, B, y mayores a 11) de materias seleccionadas por el Minedu.
Si los escolares tienen C, menos de 11 o los docentes no cuentan con evidencias de su aprendizaje, se dejará un espacio en blanco a fin de que sea completado el 2021
Según el sector, esto último se llevará a cabo a través de estrategias como el desarrollo de una carpeta de recuperación, entre enero y febrero; un periodo de consolidación, de marzo a junio, u otro de refuerzo de julio hasta diciembre del otro año.