La retroalimentación se basa en devolver al estudiante información por medio de la descripción de sus logros o progresos según los niveles que se espera para cada competencia.
Al momento de dar la retroalimentación debe estar presente la serenidad y respeto, entregarse oportunamente manifestar comentarios específicos, reflexiones, sugerencias.
Con el objetivo que la información ayude al estudiante a entender en que se equivocó, cómo superarlo, y de esta manera ofrecerle recomendaciones claras para que pueda mejorar su desempeño.
Con la información que brinda la retroalimentación el docente puede ajustar sus enseñanzas ya que les permite prestar mayor atención a los procedimientos, dificultades y avances que muestran los estudiantes.
El docente es quien guía al estudiante, considerando sus necesidades de aprendizaje, con la finalidad que sean ellos mismos quienes puedan descubrir cómo mejorar su desempeño.
Mientras el docente identifica los aciertos y oportunidades de mejora en sus estudiantes, a su vez, retroalimenta su enseñanza, gestiona de esta manera su aprendizaje de forma autónoma.
El estudiante es participe de los procesos de autoevaluación y coevaluación, ofreciendo retroalimentación tanto a las producciones o actuaciones propias como a las de sus compañeros.
Descargar aquí Retroalimentación del docente al estudiante
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