La retroalimentación formativa se brinda en todo el proceso del aprendizaje. Se da a partir de las evidencias que generan los estudiantes en sus producciones y/o actuaciones realizadas en situaciones definidas y como parte integral de su proceso de aprendizaje.
Mediante ellas se puede interpretar e identificar lo que han aprendido y el nivel de logro de la competencia que han alcanzado con relación a los propósitos de aprendizaje establecidos, y cómo lo han aprendido.
La retroalimentación no se restringe a momentos específicos: constituye un proceso continuo y necesario para el docente, y habitual para el estudiante. No se puede agotar en el reconocimiento y la valoración.
Menos aún debe centrarse en señalar errores y descalificar. Por lo tanto, debe generar sentimientos positivos al respecto y promover la motivación intrínseca.
La retroalimentación es un proceso permanente, continuo y articulado al desarrollo de toda la actividad de aprendizaje; no solo se desarrolla al final del proceso.
Es cierto que al final del proceso el docente tendrá mayores elementos para valorar el nivel de logro del estudiante respecto a la competencia, pero es necesario recalcar que la retroalimentación se desarrolla en todo el proceso de aprendizaje.
El objetivo de la retroalimentación, en el marco de la evaluación formativa, es ayudar al estudiante a comprender sus modos de aprender, a valorar sus procesos y resultados y a autorregular su aprendizaje.
En ese sentido, la retroalimentación contribuye a la construcción de autonomía a través de procesos de reflexión que motivan a los estudiantes a resolver problemas, crear nuevas producciones, replantear sus trabajos, aprender a identificar sus estrategias de aprendizaje, identificar sus logros y necesidades, así como a desarrollar de manera consciente una autoevaluación de lo que aprende y cómo aprende.
Para ser efectiva, la retroalimentación formativa debe ser descriptiva.
La retroalimentación tiene que centrarse en señalar las fortalezas y debilidades observadas en los trabajos de los estudiantes, a fin de identificar o construir con ellos los próximos pasos para seguir progresando aún más.
La retroalimentación formativa debe apoyar al proceso de aprendizaje. Por consiguiente, debe ser constructiva, comunicada oportunamente, creíble siempre y genuina.
Fuente: Ministerio de educación del Perú