Estimados docentes compartimos Competencias y evaluación formativa ¿Qué evaluamos? 2021
Su foco está en la reflexión sobre lo que se va aprendiendo, el cotejo entre lo que se intenta y lo que se logra, la búsqueda de nuevos caminos para avanzar hacia los aprendizajes que se buscan.
Requiere buenos dispositivos de devolución al estudiante, que le permitan reflexionar sobre lo que está haciendo y cómo mejorarlo.
Su foco es constatar el aprendizaje alcanzado y certificarlo públicamente, dar fe pública de cuáles son las capacidades logrados por cada estudiante.
Requiere buenos dispositivos de valoración, que posibiliten un juicio válido y confiable sobre sus logros.
La evaluación formativa y la evaluación para la certificación suelen confundirse. Toda actividad y tarea es calificada.
Las calificaciones no derivan de un análisis sistemático de los desempeños, sino de la suma y promedio de puntos de actividades diversas, agregando valoraciones subjetivas.
En ausencia de descripciones claras del desempeño esperado, las calificaciones no certifican nada. Pese a su ambigüedad, son eje de las motivaciones de estudiantes y familias.
La enseñanza suele estar centrada en tareas simples y descontextualizadas, que no requieren usar el conocimiento en situaciones concretas, sino solo aprender rutinas.
No hay actividades y metas de aprendizaje complejas, por lo que la evaluación formativa no fluye. Con aprendizajes mecánicos y memorísticos no caben devoluciones que propicien reflexión y autorregulación.
Predomina la invocación al esfuerzo, el señalamiento de errores o del carácter correcto o incorrecto de la respuesta, y la calificación continua de pequeñas tareas.