Sabemos que permitir a los niños que ayuden y colaboren en casa no solo es bueno para el ambiente familiar y para el desarrollo de aptitudes y capacidades tan importantes como la del colaboracionismo o la solidaridad y la paciencia, sino que también será algo muy positivo para su futuro y para su incorporación a la sociedad como adultos responsables.
Conscientes de esto, son muchos los listados que aparecen publicados en manuales y espacios de internet con las tareas, en teoría, más adecuadas para cada edad. Sin embargo, debemos estar muy atentos a este tipo de publicaciones y no caer en errores por culpa de modas y de fenómenos virales
Mantener el sentido de la razón a la hora de enfrentarnos a este tipo de consejos y listados nos hará más fácil el reconocer que un niño de 7 años, por ejemplo, aún es muy pequeño para enfrentarse a tareas tan peligrosas como es la de planchar, que además podría ser muy peligrosa para su seguridad física.
Por eso hemos decidido elaborar este artículo con propuestas realistas sobre las tareas que los niños pueden o deben asumir conforme a su edad y a su desarrollo. Aun así no todos los niños son iguales y como padres deberemos tomar la decisión final de qué puede ser lo más adecuado para nuestros hijos en ese sentido.
¿Qué puede/debe verdaderamente hacer mi hijo según su edad?
En torno a los 2 o 3 años:
- Comenzar a guardar sus propios juguetes y mantener un orden aceptable de su cuarto.
- Lavarse las manos, la cara y los dientes y/o peinarse solo.
- Ir al baño a hacer sus necesidades solo (pero ayudándole a mantener su higiene a la hora de hacerlo).
- Sacar productos de la bolsa de la compra.
- Poner la ropa sucia en el cesto.
- Colaborar a la hora de poner la mesa llevando platos y vasos que pesen poco o, por ejemplo, las servilletas. Si le dejas los cubiertos, no le pierdas de vista.
- También podemos motivarle para que tome decisiones acerca de qué ropa querrá vestir cada día.
En torno a los 4 o 5 años:
- Ayudar a hacer la cama (en la medida lógica de sus posibilidades).
- Ayudar en una limpieza general de polvo de forma sencilla, por ejemplo, con ayuda de un plumero.
- Limpiarse solo a la hora de ir al baño.
- Ayudar en la elaboración de recetas sencillas, como ensaladas o bizcochos caseros y siempre con vigilancia.
- Atarse los zapatos.
- Ayudar a preparar las cosas del cole.
- Ayudar a poner la mesa.
- Dar de comer y cuidar a las mascotas.
- Ordenar o doblar la ropa limpia.
- Otorgarle responsabilidad y autonomía a la hora de pagar compras que sean sencillas, pero siempre a tu lado.
En torno a los 6 o 7 años:
- Elegir su ropa sacándola del armario.
- Bañarse solo (pero siempre con vigilancia).
- Asumir mayores responsabilidades a la hora de la limpieza, como utilizar la aspiradora si es ligera, o poner los platos y los vasos en el lavavajillas.
- Preparar comidas propias sencillas, como ensaladas o sándwiches.
- Preparar su mochila.
- Poner y recoger la mesa.
- Regar las plantas de la casa o el jardín.
- Pasear al perro o sacar la basura (pero siempre contigo si lo hace literalmente fuera del recinto del hogar familiar).
En torno a los 8 o 9 años:
- Guardar su ropa en armarios y cajoneras.
- Hacer la cama sin ninguna ayuda.
- Cuidar a los hermanos o familiares más pequeños.
- Preparar comidas para la familia (aunque si hay fuego debe haber vigilancia constante y no dejar que lo encienda solo).
- Hacer recorridos sencillos solo (como por ejemplo a la panadería de la esquina).
- Otorgarle independencia para quedar con sus amigos o hacer sus propios planes.
- Tomar decisiones en la compra de alimentos y comprar algunas cosas por sí mismo (como la merienda).
- Ayudar a lavar el coche o poner la lavadora o el lavavajillas en marcha.
En torno a los 10 y 12 años:
- Conocer el transporte público y otros aspectos como las reglas de educación vial.
- Guardar y manejar su propio dinero.
- Responsabilizarse de sus obligaciones, como los deberes.
- Responsabilizarse y decidir sobre su tiempo libre.
- Mayor libertad de decisión en los horarios del fin de semana.
- Salir de paseo solo con sus amigos.
- Pasear solo a las mascotas o sacar por su cuenta la basura.
- Ayudar a los hermanos pequeños con sus propias tareas.
- Autonomía para colaborar en la toma de decisiones importantes de la familia.
Evidentemente, todos estos consejos son pautas generales que deberán asumirse (o NO), más en función de las capacidades de nuestros hijos que de su propia edad. Las tareas no son exclusivas de cada periodo, y por tanto se entiende que se irán sumando cosas nuevas a las anteriores. En cualquier caso no se trata de que los niños terminen haciendo las tareas en lugar de hacerlas nosotros. Cada miembro de la familia debe realizar sus propias cosas y convertir todas en un gran trabajo de equipo.
Todo esto les permitirá sentirse miembros de pleno derecho del grupo familiar, y la confianza que vayamos depositando en ellos la devolverán con creces convirtiéndose en personas responsables en las que podamos delegar con el tiempo con toda tranquilidad.
Fuente: El bosque de las Fantasias.com