Una capacidad puede entenderse como la potencialidad o la aptitud de poder hacer una cosa.
Las capacidades se formulan de manera “abierta” y su logro se deduce de las situaciones y condiciones propias de quien aprende.
La competencia sería la plasmación de esa potencialidad en acto, la capacidad llevada a contextos determinados, concretos, ligados a la acción. Se trata pues de un concepto dinámico.
Las capacidades pueden incluir competencias o al menos ayudar a que se adquieran.
Si alguien tiene la potencialidad o la aptitud de poder hacer algo, también puede adquirir una determinada competencia en un área determinada.
En otras palabras, el que tiene capacidad de, puede ser competente para hacer tal cosa. De allí que la capacidad sea de carácter universal y permanente para acceder a nuevos horizontes.
El que tenga capacidad puede resolver fácilmente problemas, usar estrategias y procedimientos y argumentar o plantear afirmaciones.
Cuando el estudiante pone en funcionamiento sus capacidades, haciéndose competente para realizar determinadas acciones y poner en práctica sus aptitudes entonces tendrá un buen o excelente desempeño y los resultados serán evidentes.