Minedu: Competencias, evaluación formativa y como se hace la retroalimentación

Evaluación para el aprendizaje

Su foco está en la reflexión sobre lo que se va aprendiendo, el cotejo entre lo que se intenta y lo que se logra, la búsqueda de nuevos caminos para avanzar hacia los aprendizajes que se buscan.

Requiere buenos dispositivos de devolución al estudiante, que le permitan reflexionar sobre lo que está haciendo y cómo mejorarlo.

Su foco es constatar el aprendizaje alcanzado y certificarlo públicamente, dar fe pública de cuáles son las capacidades logrados por cada estudiante.

Requiere buenos dispositivos de valoración, que posibiliten un juicio válido y confiable sobre sus logros

¿Qué es lo que evaluamos?

Los niños Margarita y Gabino sostienen el siguiente diálogo: ¡Hola, Margarita! ¿Cómo estás? ¡Hola Gabino! Aquí estamos todos preocupados porque está lloviendo mucho. ¿Y por qué llueve mucho Margarita? ¿Qué podría pasar si sigue lloviendo así? La niña se quedó pensando en las preguntas de Gabino. Frente a esta situación te planteamos el siguiente reto: ¿Qué pasaría si llueve mucho y qué hacer frente a esto?

¿Qué aprenderás? Sobre el fenómeno de la lluvia y su origen, por qué llueve intensamente y qué desastres ocasiona, cómo actuar ante lluvias intensas para cuidar nuestra vida.

¿Qué producto elaborarás? Recomendaciones para prevenir las consecuencias de las lluvias intensas.

MALAS PRÁCTICAS EVALUATIVAS

La evaluación formativa y la evaluación para la certificación suelen confundirse. Toda actividad y tarea es calificada.

Las calificaciones no derivan de un análisis sistemático de los desempeños, sino de la suma y promedio de puntos de actividades diversas, agregando valoraciones subjetivas.

En ausencia de descripciones claras del desempeño esperado, las calificaciones no certifican nada. Pese a su ambigüedad, son eje de las motivaciones de estudiantes y familias.

La enseñanza suele estar centrada en tareas simples y descontextualizadas, que no requieren usar el conocimiento en situaciones concretas, sino solo aprender rutinas.

No hay actividades y metas de aprendizaje complejas, por lo que la evaluación formativa no fluye. Con aprendizajes mecánicos y memorísticos no caben devoluciones que propicien reflexión y autorregulación.

Predomina la invocación al esfuerzo, el señalamiento de errores o del carácter correcto o incorrecto de la respuesta, y la calificación continua de pequeñas tareas.

¿Qué es retroalimentar y como se hace?

Lo que se monitorea y retroalimenta fundamentalmente es la actuación del estudiante antes que el producto de su actuación. Es decir, si su desempeño evidencia los criterios previstos para comprobar su competencia, y si el proceso está siendo asumido reflexivamente.

Por ejemplo, ¿la información recogida es pertinente a la solución o al producto que deben construir? ¿Está analizada críticamente? ¿Ha asociado los datos de forma lógica? ¿Ha hecho inferencias coherentes?

El corazón del modelo de evaluación basado a evidencia empírica acumulada, consiste en dar respuesta a tres preguntas fundamentales:

Donde se esta tratando de llegar? Se refiere a los objetivos o metas de aprendizaje, referente de toda evaluación.

Donde te encuentras ahora? Se refiere a la información que la evaluación debe ser capaz de proveer, la que describa el punto en que se encuentra ubicado el estudiante, en el trayecto de lograr una meta de aprendizaje.

Cómo puedes llegar hasta allí? Se refiere al sentido de la evaluación con propósito formativo. Es un feedback detallado que debe darse en momentos clave del camino y que debe servir para tomar decisiones y guiar el curso de la acción.

 

DESCARGAR AQUÍ COMPETENCIAS Y EVALUACIÓN FORMATIVA

Compartir esta Noticia en tus Redes Sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *